10.3.04

Caminata...

Con el ritmo fatigante de la vida, paso rápido sin pensar en lo que viene, una cosa tras otra y ya; se acaba el alma, se seca el entendimiento.
Noticias buenas, noticias malas, abres viejas heridas, las cierras de nuevo; el recuerdo queda ahí, no creo que esté bien, las cosas siguen bien.
Cada noche me baño en sudor, es lo mismo siempre, el ansia me invade y no me deja, no es bueno. La cadencia no baja.
Mientras escucho una muy buena canción, ligeramente opacada por el recuerdo de alguien, no importa.
Escribir algo para un telegrama dirijido a nadie en algún lugar del país, pensando en la sonrisa que podría provocar así, sólo un poco de alegría.
Nuevamente la noche se asoma sobre los cerros, avanzando un poco cada vez, dejando su tela negra extenderse sobre la pequeña ciudad donde estoy.
Mientras haya una sonrisa en estos labios, mientras tu provoques esa carcajada en mí simplemente porque sí; en ese momento sabré que valió la pena existir...

Uno nunca sabe...