Es de luz y sombra.
Estar parado de frente a ti es tan diferente de solo escucharte o leer tus palabras, por momentos dejas toda tu luminosidad tan cerca de mí que es casi cegadora, pero más veces te llevas incluso la poca luz que queda en mí. Me dejas por completo a oscuras. Y dónde quedo yo? En dónde dejaste mi cara? Y hacia dónde creías que iba a llegar? Ahora me encierro, y no estoy muy visible porque no quiero estarlo. Mis ojos están tristes y cansados, pero por más que los duermo, no descansan y por más que evito la tele y el desvelo, siguen estando sin brillo y sumidos en la sombra en que los dejaste.La naturaleza mía era siempre estar triste porque, mientras más baja la esperanza, menos perdías cuando algo se iba. Tengo la cara resquebrajada y seca; el corazón? ya no lo menciono porque ya lo perdí, pero no te lo llevaste, solamente lo dejé tirado en la avenida. Espero que no se lo lleven para volverlo a tirar. El aire está pesado. La luz de las velas está temblorosa, nunca he visto una llama azul, solo ojos y el cielo. Pero mirar al cielo me recuerda a ti y la luz que desprendes al andar con ese andar ligero. Los silbidos de las noches me llevan afuera, pero no hay nadie esperando por mí. Quizás sea la hora de cambiar de aire y buscarlo menos denso... Que seas feliz porque ahora mismo yo sonrío y pienso lo que puede venir en el futuro para mí. Las velas comienzan a oler a sal y entregan mucho más calor... Ya no le voy a tener miedo a la luz pero... dónde queda lo que pensé? dónde quedó el amor? dónde quedó la emoción y el vértigo que sentía? Quizás la sombra huya y lo deje aquí ya por fin.
Uno nunca sabe...
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