17.3.04

Alusión

Con una tarde lluviosa que me encanta, a la vez que me da un poco de negrura tibia; el vago sentir del vuelo frío combinado en este calor nocturno que baja poco a poco.

Campanillas tañen como siempre dentro de mi cabeza, mucho ruido de agua divide mi pensamiento. La voz se ahoga destemplada, sucia; el filo corta poco a poco mi garganta desnuda, no hay sangre, sólo el ardor presente.

Para el momento de despertar, la humedad está aún aquí. No hay placer ni gloria, sólo pena y dolor, no un dolor tangible, no un dolor muscular; es sólo la pérdida de tu presencia, la falta de tu aliento, sólo algunas cosas pido, obviamente encabezas la lista de ellas.

Uno nunca sabe...