25.6.05

Amigo.

¿Duele más perder a una persona si muere o duele más perderla y que siga presente en esa misma ausencia? Es algo inexplicablemente doloroso el mirarte en un espejo y saberte incompleto, el saberte despojado de esa pequeña pero muy importante parte de tu ser; arde la piel cuando no puedes estar entero, arde el interior cada vez que intentas recuperar lo perdido, es un dolor incesante... pero al final terminas por acostumbrarte, o al menos fingir que no está allí.

Afuera sigue briznando, es interminable la cortina que vela una claridad celestial que envidiaría para poder ver una sonrisa de plata, pero esta noche no importa nada porque lo verdaderamente imprescindible se fue; se marchó una gran parte de la claridad que hacía transparente una amistad fuerte, que se debilitó y cayó, que se oscureció y difuminó hasta perderse en lo desolado del infinito.

La música interna se apagó, la sintonía se disolvió y nunca pudo regresar, los ánimos bajaron los brazos lentamente y la cadena se hizo demasiado pesada para levantarla... una vez más. Terminé desmayado en el piso, meditando mi culpabilidad; la encontré pero creo que era justa, creo que era una lucha por encontrar algo que no estaba del todo perdido sino más bien medio enterrado en el pasado. Hoy me quedé aquí solamente meditando y sin más por hacer...

Uno nunca sabe...