12.6.05

Emoción.

El vaho corto del río se levanta lentamente mientras camino en la ribera; aún no amanece, pero mis ojos están acostumbrados a la penumbra, a la débil luz que desprende la luna esta especial noche y que me permite seguir mi camino. Viajo hacia ti, siguiendo a tientas el rastro de tu textura cada vez que la luna me da la espalda y me deja completamente ciego.

Mi andar está haciendose lento, a veces siento que pudiera estar solamente imaginando que sigo mi camino... Pero aquí estoy, sufriendo poco a poco lo que viene; no quiero pensar en lo que pasaría si me detuviera o decidiera regresar, mi agonía que pudiera llevarme de regreso a donde nunca hubo nadie interesado en mí.

La noche sigue, pero a lo lejos se empieza a insinuar una delgada rebanada de claridad; no quiero estar inmerso en ella, mi cuerpo no responde del todo para huir de aquí y esconderme. No quiero estar allí.

Sencillamente, ha llegado el momento de continuar, seguir yendo hacia tí, de manera incesante, sin pensar más que llegar. Quiero estar ya contigo, quiero ya llegar contigo, permanecer allí; quiero alcanzar esa dulce desaparición.

Uno nunca sabe...