17.5.04

Puertas...

Golpea quedito las teclas, no pienses cuando escribas, no te atrevas a voltear mientras estoy aquí... Palabras sabias.

Necedades son las que oímos a diario, necesidades son las que sentimos a diario; moscas que nos invaden cada día, aunque busquemos evitarlas, moscas que presencian nuestra vida.

Sonidos diarios, confusos, mezclados uno sobre otro sin el menor sentido común, sólo sonidos diversos. El ligero roce de las manos en el transporte nos da una pequeña idea de cómo podrían nacer miles de relaciones cada día... Sólo la ilusión, ni un toque más allá de pasar el pasaje y se terminó lo que pudo haber sido.

Porque nadie ve nuestros sucesos cada segundo, porque cada quien se sangraría por su cada cual, porque nunca podrías reflejar la luz sin alguien que te dijera hacia donde está. Porqués de la cotidianeidad...

Correrías por doquier, huímos de la gente, nos acercamos a ella, le tememos, la adoramos, la comemos, la vomitamos, nos probamos, tenemos miedo. Todo lo que hacemos y se queda así, sin más...

Humo sangrante que mancha nuestros dientes, que corroe nuestras entrañas sin dejar resquicio sin explorar, humo que enrojece nuestros ojos, sangrandolos por dentro, explotando sin parar. Manchas de cada día para nosotros...

Himnos de destrucción que nos llevan a los confines de nosotros mismos, un paseo rutinario por dentro. Ideas que se quedan en semilla y que nunca alcanzarán a caer de la cesta, proyectos que se quedaron a la mitad, inacabados, simplemente. Cada día será diferente de otro, diferente gente, nuevos rostros, nuevas sensaciones, nuevas emociones. Y al final...

Uno nunca sabe...