15.4.04

Escrito

Hoy mi pensamiento estuvo dirigido hacia ti (como siempre), por alguna extraña razón no podía dejar de pensarte (por supuesto no es que quisiera de algún modo dejar de pensarte), especialmente hoy estuviste conmigo en mi cabeza durante todo el día.
Por la tarde me concentré en no pensarte, pero no pude, falló esa estrategia de no ejarte entrar a mi cabeza, porque mientras más te ignoraba, más estabas dentro de mí; es como si te esforzaras en hacerme sentir que estás ahí cada momento, cada minuto y hora del día.
Un poco después me hallaba tendido en la cama con las personas que amo, y aún allí o logré olvidarte, me persigues con cada paso ¿porqué? ¿porqué me sigues tanto y siempre? Tal vez alguna vez halle la respuesta, pero no será esta noche, mucho menos aún sentado aquí escribiendo.
Si supiera qué es lo que causa que estés en mi vida siempre, no estoy del todo seguro que evitaría hacer lo que te provoca, me gusta sentirte fría a mi alrededor, que estés conmigo aún cuando no hay nadie cerca y así me hagas sentir acompañado; no estaría seguro si removerte o hacerte venir más a menudo, quedaría totalmente a la deriva sin tí, pero encontraría algo que hacer con ese tiempo en que estamos jugando, tú yendo muy adentro en mi mente, y yo dejandote entrar y aprovechandote dentro para escribir...
Dirá todo mundo lo que quiera, pero eres, has sido y serás mi compañera más fiel: TRISTEZA, hoy quiero decirte gracias por estar aquí.

Uno nunca sabe...