9.12.05

Espacio.

Tratando de representar un papel que no es el mío, tratando de ser alguien que no soy ni seré. Aquí estoy otra vez, desesperado y ahogado en mí mismo, una vez más que se agrega a las anteriores. Me reprocho automáticamente y pienso que ahora si ya es tiempo de irme, hora de partir; no lo he decidido bien aún.

Hoy estaba conduciendo de regreso a casa, los caminos trajeron viejos recuerdos, la humedad se filtró desde dentro y no pude evitar bajar la vista varias veces en el camino. Mi alma se estaba tratando de escapar por mi boca, quería dejarla pero tenía que regresar el auto a casa.

Hoy me ví pensando toda la tarde, me encontré una y otra vez repasando todos los eventos de mi vida, reencontrando sentido a unos y desechando en definitiva otros que ya no tiene caso conservar. Ayer tenía sueños, ilusiones y ganas de estar presente a cada momento, hoy no tengo creencias, no tengo nada, me quedé comodiría Sor Juana: "con la cabeza desnuda de ideas."

Mañana sé que estaré rogando por estar bien y sé que me voy a desesperar tratando de mantenerme en una sola pieza. Pero trataré de engañarme y fingiré: ya no más, ya no rogaré, esta vez yo no haré nada, no buscaré la calma sino más bien la calma volverá a mí. Sangrará mi nariz y veré todo borroso una vez más.

Pensaré en cosas vanas y en otras cosas importantes. Imaginaré demonios y otros mundos, me preguntaré porqué lagrimea el metro y luego estaré insisitiendo en la sangre seca y las lágrimas embarradas en la cara, triste y desolada que me ha quedado; sé que adelgazaré un poco, sé que mi carne medirá menos y que mi alma estará de fuera todo el tiempo, pero ya no me importa. Ya no.

Uno nunca sabe...