13.10.04

Grito

Leías un libro, yo te observaba mientras. La ceniza de tu cigarro estaba a punto de caer, pero no te lo advertí; nunca hacías caso de eso y siempre te lo decía. Las cobijas estaban revueltas, creo que la ansiedad que tenías era demasiada.

Era de mañana, y yo seguía aquí, solamente observandote, te miré dormir, no pude cerrar los párpados un solo minuto. Sentía algo extraño en el aire, era irrespirable. Esta mañana en especial luces hermosa, siempre luciste así, pero hoy es algo diferente, hoy te ves radiante.

Cuantas veces te mires en el espejo siempre encontrarás un detalle, yo estoy aquí acostado en la cama y tu ni siquiera me ves; cepillabas tu cabello con parsimonia, casi como un orfebre estiraría hilos de oro, aunque éste cabello es oro negro.

Sé que te preparas para salir, no podré evitarlo, así que irás a la calle. Te verás con no sé cuántas personas hoy, tienes miles de cosas por hacer, ya ha pasado más de un año. Es justo que las cosas vuelvan a la normalidad.

No resistí, cuando te vi tocar el picaporte, supe que no voltearías, supe que no me verías y tuve que gritar: TE AMO, TE EXTRAÑO COMO NO TIENES IDEA! No dió resultado, saliste y cerraste de un portazo, como con cierto odio a la vida.

Tal vez sea que deambular por la casa no es tan malo, porque puedo verte; pero es horrible saber que no puedo hablarte y mucho menos tocarte. No sé que tan bueno pueda ser estar aquí, no quiero ni pensar si llegas a iniciar una nueva relación qué va a suceder.

Tal vez sea que en realidad la muerte no es lo doloroso, sino saberte olvidado por quienes alguna vez dijeron amarte... Tal vez el significado de la vida realmente sea ser amado, amar y decir siempre lo que se siente.

Tal vez la vida sea cruel, tal vez la muerte lo sea más aún...

Uno nunca sabe...