9.4.06

Retorno.

La espera fue larga porque no sabía cómo estar de nuevo aquí sin sentir pena por mí mismo. Y aquí estoy, de cualquier forma con pena, pero escribiendo. No tengo mucho tiempo en estos días. No tengo mucho de que hablar, casi todas las personas que contaba como importantes para mí se han ido. Quedan pocos, que serán los pocos que creo que de verdad me aprecian.

Si es que les interesara, escucho en este momento la manera en que late mi corazón, poquito a poco, casi al borde de detenerse. Sé que no lo hará. Y eso me mata de coraje. Y debo despedirme, no quiero escribir más por hoy. Sé que lo debo a todos los que en un momento leyeron esto, sé que me lo debo a mí mismo, pero ya no puedo, neta que ya no puedo más. Ya estoy a punto de botar el teclado y el monitor. Quiero tantas cosas, pero lo que quiero no está aquí, y cuando no quiero que esté aquí, se aparece. Quisiera que mi vida tuviera un control remoto, y que solamente le cambiara al canal cuando me aburriera, o que le quitara el volumen cuando lo que dicen me fastidia. Ya no quiero a mi familia, mucho menos al señor que me llegó a negar la felicidad. Ya no quiero nada. Ya no, ya no.

Y no es que me esté volviendo loco, de verdad que no me estoy volviendo loco, lo sabría de inmediato, y puedo decir contundentemente que, señoras y señores, no estoy loco.

Uno nunca sabe...

1 Comments:

At 7:34 p.m., abril 12, 2006, Blogger Lala Mágica said...

No creo que te estés volviendo loco. Tampoco creo que le debas nada a alguien, sólo a ti mismo. No sé quienes han desaparecido o no de tu vida. Pero una cosa si te digo, si en algún momento quieres gritar y no encuentras quien escuche: aquí estoy.

Siempre pendiente de tu blog...
Lala

 

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