21.8.06

Viernes de felicidad.

Fue viernes hace unos días, y me sentí feliz por un rato porque pude estar con algunos amigos. Nunca es posible estar con todos porque unos no se llevan con otros, una ya se lleva conmigo, otros no tienen tiempo, incluso yo no tenía tiempo antes. Pero este viernes pude estar.

Las películas, las salidas, la batería, los amigos, la música y la escuela, ahora ya estoy liberado otra vez y puedo dedicarme a lo que me gusta, incluyendo escribir (aunque sea la actividad que peor desarrollo entre todo lo que hago). Quiero leer tanto y en tan poco tiempo que, a ratos, me aburro de lo que hago. Sigo contemplando mis ideas, justo a los 49, qué mas da. Pero por ahora quiero disfrutar mucho más.

Ya quiero irme porque quiero leer un poco. Si alguno de ustedes que lee esto se interesa, pues dejen un post o algo, porque quiero saber que a sido de los que considero especiales durante el tiempo que no pude estar con ustedes.

Uno nunca sabe...

Niñerías.

Es demasiado extraño para mí ver marinos en medio de la ciudad. Vestidos alegremente en ropas muy fuera de lo común para un lugar en el que solamente ves uniformes o de policía o de enfermera, doctor o soldado. A mí se me hace que se perdieron en el camino de regreso al mar.

Y me surgen muchas interrogantes respecto a la vida de los marinos y marinas, pienso en qué tanto les cubre el sombrero que usan si es que hubiera mucho sol o lluvia, por qué algunas de las marineras usan siempre falda y otras siempre pantalón, harán también mucho ejercicio como los soldados o solamente se dedicarán a pasearse en los barcos (cuando están en barco), o en las playas, o en dónde.

De estas preguntas comunes, me pongo a pensar muchas cosas después, y no logro imaginar que pasa cuando marinos y marinas se besan y se abrazan y hacen el amor. ¿Huelen a sal? ¿Huelen a la brisa del mar? ¿imaginan sonidos de delfines y hacen ruidos como de ballenas? ¿Se muerden como tiburones? ¿Sangran del color del mar?

Estas dudas no las puedo resolver, puesto que no me animaría a preguntarles.

Uno nunca sabe...

6.8.06

SAMana Santa.

Hecho increíble: por fin vi I Am Sam de principio a fin. Y entendí muchas cosas de mi vida, como el porqué mi madre siempre me fastidiaba al decir que mi canción era "beautiful boy", comprendí también el porqué de mis dramas cada vez que se acercaba el día del padre: no tenía uno a quien festejarle. Sobre todo, logré entender que ahora quiero un hijo, pero que no lo puedo tener porque aún no estoy preparado económicamente para tenerlo...

Hacía casi un mes que no escribía nada aquí, y la película me dio la inspiración que necesitaba, puesto que lloré demasiadas veces a lo largo del tiempo que dura. Tengo que ofrecer una disculpa a todos los que de una u otra forma se atraviesan con este espacio. Violeta: si te llega la notificación de que hay una nueva entrada en el blog y ya no quieres seguir recibiéndola, mándame un e mail o msg para que te quite de la lista. La disculpa que quiero pedir se trata de la manera en que escribo, nunca he pretendido sonar poético, mucho menos sonar erudito, simplemente quiero platicar un poco sobre las cosas que pasan por mi cerebro en estos días, profundizar algo más en cuestiones que conciernen a lo que hago cada día pero no puedo platicar. La disculpa la ofrezco por la manera en que escribo estas últimas líneas, casi como si estuviera redactando algo para el trabajo.

Y hoy entendí por qué es que casi no veo películas que sean muy sentimentales: soy un llorón de primera. Aparte comprendí que el hecho de ser alguien valemadrista se debe a mi falta de figura paterna, pero no es una excusa, ni justificación, pero sí una pequeña explicación que me sirve para ofrecer una cláusula extensiva a la disculpa de hace un rato: Ofrezco una disculpa a todos aquellos que he dañado con mi valemadrismo, y mucho más extensiva a las personas que quise, quiero y me quisieron, además de a quien soñaba (LGM) hacer una vida conmigo y nunca me dí cuenta.

Y ahora juro por encima de mi vida que, cuando tenga un hijo, jamás lo voy a abandonar ni voy a dejar de amarlo, de verdad que es algo que voy a hacer. Ya no quiero falsos sueños y no quiero falsas esperanzas de cualquier cosa, me dí cuenta con esto que tengo sentimientos y que también sé llorar. Por esta ocasión, y en adelante, ya es momento de pensar en que no soy alguien que no vale la pena y más aún, es hora de pensar en que si quiero estar con alguien, debe ser alguien que me valore exactamente por lo que soy y siento, no por lo que tenga...

Uno nunca sabe...