29.2.04

7 AM

Cuando desperté ahí estabas...
solamente conmigo,
sólo para mí.

Primera noche que estuvimos juntos
sólo así, para dormir;
primera noche que pasamos completa juntos
y al amanecer y al anochecer estabamos juntos.

Hoy fué el primer día de esta familia,
que se está gestando.
Día que pasamos casi por completo
juntos, tres almas que estaban destinadas.

Cuando las cosas parecen salir mal, cuando ni siquiera la pasta de dientes sale de forma adecuada del tubo, cuando la selección va ganando por más de tres goles... sí, uno de esos días en que el mundo está al revés... en esos días es bueno albergar una pequeña esperanza, tener dentro de tí el mínimo presentimiento de que no todo está tan mal.
Creo que ya escribí demasiado por hoy, como sea... pronto vuelvo a escribir...

Uno nunca sabe...

24.2.04

Despertar amaneciendo

La mañana es dulce, con el aliento de tu amor suavemente viajando entre tu cabello, con las manos entrecruzadas y la sensación de ser importante para alguien en este mundo.
La mañana es agria, cuando te das cuenta de que la gente te ha mentido, cuando descubres lo fácil que la gente cambia de parecer, cuando las cosas no son como solían ser.
Caminando hoy me di cuenta de que las cosas que te dan alegría no son aquellas que cuestan mucho dinero, ni las que piden que dejes media vida allí, las cosas sencillas son las que te dan ese gusto por hacerlas, esa sensación hermosa de estar vivo: Dejar que la lluvia te empape, comerte un plato hasta arriba de cereal, caminar descalzo en el pasto o escuchar en el micro un cachito de tu rola favorita, en ese pequeñísimo momento en que el chofer cambia de la zeta a la kebuena (jeje).

Vamos, hoy no quiero escribir poesía, quiero ver las cosas como son, sin tapujos, sin disfraces; no quiero maquillar mi mundo, al menos por hoy.
La crudeza de la vida para mí no es el hambre, no es el vecino del norte tratando de destruir medio mundo, tampoco lo es el SIDA matando millones de personas. Para mí la crudeza de la vida está en la falta de amor, esa ausencia que nos carcome, no podemos ver igual a las personas, siempre hacemos una distinción; que si yo soy moreno y tu eres güero, o al revés y que si tu eres católico y yo soy ateo (gracias a dios, jaja, cliché? por supuesto), o ya muy pendejamente, que tu le vas al Monterrey y yo a los Pumas. Es tristísimo ver como desde la cuna debemos aprender no a amar, sino a despreciar, a ecadir a nuestros semejantes, no pretendo decir lo que hay que hacer, pero sí hacer un recordatorio para que estemos conscientes de lo que hemos perdido.

Uno nunca sabe...

23.2.04

Sin título rimbombante!

Cada día hay algo especial, la gloria de saberte despierto hoy, pero el sentimiento de no estar completo y de saberte indefenso ante ciertas personas o actitudes; un nuevo comienzo que a la vez te da alegría y miedo, nunca sabremos que pasará el siguiente momento, el futuro está en el pasado, lo que cuenta siempre es el presente y ya, no hay más.
Mi primer post es algo raro, vacío (como yo), pero con la esencia de algo que podría comentar en medio de una borrachera, sólo que en esta ocasión estoy sobrio (si se le puede llamar sobriedad al estado de levedad en el que vivo...), y más o menos sé qué escribo.

La prosa no es mi fuerte, aunque tampoco lo es la poesía, je. Pero me esfuerzo algo para que sea interesante leer esto. Es tarde y mañana hay escuela, será mejor irme y dejar esto por la paz.

Uno nunca sabe...