25.12.07

Por que no es felicidad...

Quien haya dicho que la navidad es época de amor y de felicidad se equivocó, porque la navidad es el momento más deprimente del año. Tras la gente que resulta muerta o asaltada y lastimada, los corazones rotos por los propósitos de año nuevo, los que tienen indigestión y los que realmente no tienen nada para comer, nos encontramos los que se deprimen por las fiestas y los cumpleaños que se acercan.

No es el hecho de encontrarse con regalos nuevos o promesas falas, sino en realidad la decepción de encontrarse solo al final del día y por la mañana siguiente. Tampoco lo es el ver a la familia junta, sino saber que en realidad estámos frente a la mayor masa de hipocresía de la historia... Las familias que se desintegran son el caldo de cultivo perfecto para dejarse vencer, pero no para mí. Aunque sigo pensando qué tan cruel o molesto o benéfico sería morirse en navidad...

Y lo peor de todo es que sigo solo, pensando y pensando, y resulta traumático darse cuenta que el arma más peligrosa que tengo en contra de mí mismo es mi cerebro...

Uno nunca sabe...

20.12.07

Sobre el humo...

Es lo que desvanece mis esperanzas, pero que a la vez me llena de vida para seguir tus pasos. Cuando en las mañanas lo siento y me envuelve con su presencia solo un poco más cálida que el resto del clima, me acuerdo de ti y de las cosas buenas que he hecho en la vida, cuando lo veo salir de las chimeneas sé que es el producto del bien hecho a otros por el fuego tan condenado por la gente.

Y abro y cierro los párpados para evitar que me irrites, pero cuando se calma la picazón, quiero sentirla de nuevo; es el maldito vicio que dice que de nuevo debo estar allí y me atrapa y me jala y me llama y me busca... Maldito vicio del humo.

Esty seguro que lo que me gusta de ti es que me haces llorar, esa sensación es lo que me hace estar detrás de ti cuando podría alejarme y sentirme mejor. Las lágrimas son refrescantes para mi vida y mi vista que está siempre nublada, siempre llena de humo. Llorar me hace bien, pero quizás el estar cerca de ti no...

Quizás ya no...

Uno nunca sabe...

2.12.07

De despedidas y cosas que no son verdad...

Las despedidas duelen porque sabes que no hay seguridad de volverse a mirar a los ojos alguna vez, duelen más cuando sabes que la persona que se va es especial y que ha encontrado a su mitad perfecta. El amor es una cosa en la cual todos te dicen que debes creer y tratan de arrastrarte a ser creyente, y yo me lo creí; y nunca logré ponerme a pensar que estar sin amor sería una cosa tan difícil de sobrellevar. Y miro mi propio rostro con las lágrimas que hacen su mojado surco y solamente me deja la sensación de liberar la garganta para que llore más y grite y termine de humedecer mi maltrazada barba, quisiera secar pero no puedo; esto es mucho más fuerte que yo. La tarde comienza a caer sobre mi ser y sé que la noche llegará y no estaré más con mi mitad perfecta. Y al irse mi miad perfecta, las ilusiones juntos, los desvelos compartidos y los planes sobre creaciones nuevas se borrarán al igual que mis ojos. El egoísmo de la felicidad es mutuo, yo quisiera tener la mía y mi mitad perfecta la suya, hasta este momento hemos sido incapaces de compartirla realmente, y el futuro de nuestros hijos que aún no existen ha quedado en entredicho. Quizás esto funcione después, quizás jamás; el problema será la sincronía y la libertad de la que gocemos al momento de sincronizarnos. Solamente queda esperar.

Y los días pasan y sigo creyendo en el amor, pero mi creencia me está matando porque simplemente no regresas y porque a pesar de escribir lo más claro que puedo, no entenderás cuánto ahelo que vengas a mí de nuevo y que te quedes conmigo. Y suena el teléfono y corro porque creo que serás tú, y vibra el móvil y ruego porque sea tu nombre el que aparezca en la pantalla. Quiero seguir creyendo en el amor y en tí, pero no regresas y ahora comienzo a pensar que definitivamente no lo harás. Solamente quisiera ver que regresaras, con eso evitarías todo mi mal. Las ofensas e insultos nunca fueron verdad, porque cada vez que nos dijimos de todo, siempre teníamos una palabra de amor para borrar el resto de calificativos; si el amor nunca hubiera sido verdad, jamás hubiéramos estado tan unidos. Y lo más doloroso de todo esto es que aún sigo amándote con todo mi ser, a pesar de saber que no regresarás.

Uno nunca sabe...